viernes, 4 de noviembre de 2011

Los vigilantes



Joan Mallafré, jefe de los Mossos en la Ciutat de la Justicia, ha sido fulminantemente destituido por su actuación el pasado 6 de octubre. Fue el responsable del asalto policial en el interior del edificio judicial con el objetivo de detener 6 activistas del movimiento del 15-M que voluntariamente se habían personado en el juzgado de guardia. Los jóvenes habían sabido que sus nombres aparecían en el listado de imputados por la Audiencia Nacional en referencia a los hechos del Parlament del 15 de junio. La acción policial en el vestíbulo de la Ciutat de la Justicia fue protagonizada por una cincuentena de antidisturbios, y generó fortísimas críticas de los más altos órganos de la judicatura. El 7 de octubre el TSJC emitió un durísimo comunicado donde reclamaba la depuración de responsabilidades, al día siguiente el mismo escrito era suscrito por el Consejo General del Poder Judicial. Cabe recordar que durante la controvertida intervención policial varios abogados y periodistas fueron retenidos por orden de Mallafré el vestíbulo del edificio, mientras en la cafetería se vivían escenas de mucha tensión cuando los policías arrastraban por la fuerza los activistas que posteriormente fueron esposados y conducidos a la comisaría de la Zona Franca. El juez de guardia, Josep Maria Miquel Porras, ya mostró su indignación por el operativo, y visiblemente furioso convocó a su despacho al ahora destituido, el jefe de la BRIMO y al responsable de la instrucción de los hechos del Parlament. A media tarde fue el consejero Felip Puig quien fue personalmente al edificio judicial para mostrar sus disculpas a la jueza decana Maria Josep Feliu.

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