jueves, 29 de abril de 2010

Cut up

El Wall Street Journal se pregunta "si es momento de 'revivir' la Guerra Civil y sus consecuencias" (13/4) cuando la economía española se hunde y Zapatero postula un ajuste que empalidecerá al griego. El riesgo de no hacerlo es que la crisis derive "hacia una vorágine de ominoso final" (El País, 19/4). Esto es, que un juicio pensado (por Garzón) para condenar a Franco y otros 44 fascistas muertos termine con una movilización que exija sentar en el banquillo a los franquistas reciclados en la Justicia y en el Partido Popular, a las Fuerzas Armadas, a la Guardia Civil, a la aristocracia, a los Grandes de España que engalanan la tapa de la revista Hola. También a la Iglesia católica, cuya participación en la matanza le deparó privilegios y beneficios económicos que nadie, y tampoco Rodríguez Zapatero, se han atrevido a tocar. Desnudaría que la "transición" diseñada por la burguesía franquista -empezando por la designación del rey, Juan Carlos de Borbón- fue orquestada por el Partido Comunista y el PSOE. Los mismos que, para evitar un desmadre, comienzan a proponer "una segunda transición" que impida que "se consolide otra crisis". O sea, montar un nuevo pacto que impida que las masas avancen a un cuestionamiento profundo del régimen social que representa la democracia española.

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