viernes, 13 de febrero de 2009

Los vigilantes

Una juez imputa a dos mandos de la Guardia Civil por su presunta implicación con una red de narcotraficantes
La investigación nació tras el robo, el 24 de enero de 2005, de más de 400 kilos de cocaína de un contenedor de mercancías depositado en el puerto de Barcelona

JESÚS DUVA - Madrid - 13/02/2009


Una juez de Martorell ha citado a declarar para esta tarde a un teniente coronel de la Guardia Civil, un capitán, un ex inspector de policía de Barcelona, dos abogados y a un periodista del diario El Mundo a los que relaciona con un presunto delito de asociación ilícita para delinquir. Las declaraciones son una nueva fase de las pesquisas iniciadas en 2006 por la Guardia Civil tras el robo, el 24 de enero de 2005, de más de 400 kilos de cocaína de un contenedor de mercancías depositado en el puerto de Barcelona que estaba sometido a control policial, según fuentes de la investigación.


El teniente coronel citado por la magistrada fue años atrás jefe de una comandancia de Barcelona, mientras que el capitán desempeñó cargos de responsabilidad en el puerto de la capital, en tanto que el ex inspector del Cuerpo Nacional de Policía trabajó en un grupo antidroga de la Jefatura Superior de Policía de la misma ciudad. La fiscalía les acusa de formar parte supuestamente de una amplia trama delictiva con raíces en Cataluña. Las pesquisas realizadas desde que se produjo el robo han dejado al descubierto la existencia de una trama delincuencial que ha supuesto hasta el momentro el encarcelamiento de once personas, entre ellas varios agentes de la Guardia Civil que tenían relación con el servicio de resguardo fiscal del puerto, así como cinco delincuentes.

Cocaína entre las gambas

El caso empezó a investigarse después de que el buque Hispanota depositara el contenedor, procedente de Venezuela, en el puerto de Barcelona en enero de 2005. La Guardia Civil, que sabía de la llegada de la droga tras haber sido alertada por la DEA norteamericana, montó un dispositivo de vigilancia. Pero la madrugada del 24 de enero de 2005, un grupo de 12 delincuentes rompió la valla del muelle, entró en dos coches y una furgoneta en un recinto restringido, y forzó dos contenedores; primero, violentó por error uno que transportaba pan de molde; y después, el que iba repleto de cocaína entre una partida de gambas congeladas

Según las fuentes informantes, los investigadores han recopilado numerosos indicios que confirmarían la existencia de una organización de narcotraficantes que contaba con apoyo y colaboración de agentes de los cuerpos de seguridad para garantizarse la impunidad.
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